El almacenamiento consiste en guardar de forma correcta los alimentos hasta que se vayan a utilizar, existen dos modos principales de conservación dependiendo del tipo de alimento, conservación en frío y conservación a temperatura ambiente.
No todos los alimentos necesitan refrigeración para conservarlos de manera segura. Algunas frutas y verduras como, bananos y plátanos, son sensibles al frío y no debes guardarlos en la nevera.
Algunos productos que normalmente se guardan a temperatura ambiente, como la leche UHT y bebidas pasteurizadas, debes refrigerarlos después de abiertos. No guardes enlatados abiertos en la nevera, puesto que los alimentos pueden adquirir un sabor metálico.